Profesores del Instituto trabajan en proyecto interdisciplinar para mitigar efectos del cambio climático

Profesores trabajando en proyecto Centenario

A largo plazo, con los hallazgos del estudio se podría optimizar la utilización de recursos hídricos o prevenir incendios.

 

El año pasado, la Vicerrectoría de Investigación, Creación e Innovación (VINCI) de la PUCV desarrolló el Concurso “Centenario”, cuyo objetivo es consolidar grupos de investigación interdisciplinarios para la posterior adjudicación de proyectos de mayor envergadura. Las profesoras Mónica García, Claudia Trejo y el profesor Darío Pérez del Instituto, se adjudicaron el fondo para estudiar el proceso de evo-transpiración de las plantas y su impacto en el ambiente.

En palabras de Mónica García, directora del proyecto, “básicamente queremos estudiar cómo la planta pierde agua a través de un proceso de evo-transpiración y cómo ellas regulan este mecanismo cuando enfrentan determinadas condiciones. Si logramos entender el proceso tal vez podamos optimizar estos mecanismos y mejorar el uso de los recursos hídricos disponibles”, señaló.

El proyecto considera a académicos de diversas áreas y universidades. En el caso de la PUCV, Ítalo Cuneo de la Facultad de Ciencias Agronómicas y de los Alimentos y Esteban Vera de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, son parte esencial de la investigación. En ese sentido, Darío Pérez comenta que el proyecto “combina estas diferentes áreas: Mónica que ve sistemas complejos, Claudia que estudia la microfluídica, Ítalo que estudia la resiliencia de las plantas a los factores ambientales, y mi área, que es de propagación de luz en turbulencia”.

En profundidad, el académico Darío Pérez explica que “si nosotros somos capaces de saber cuánto vapor pierde la planta, entonces podemos saber cuánta agua darle. Ahora, esto es una sola planta: esto depende de muchos factores, condiciones locales, terreno, nutrientes que tiene en su zona de influencia y la interacción con las otras plantas. Desde una hoja se puede escalar a la copa del árbol porque son todas las hojas las que pierden agua. Todo ese frente de hojas es lo que se expone a la atmósfera. Lo que tenemos es una mezcla de lo local de la planta con lo extendido del follaje, la interacción de éste con el viento y la turbulencia que se genera. Es un proceso muy complejo”.

Sobre los impactos de la investigación, el profesor del IFIS señala que “nosotros podemos entender el problema en general, dar una información local de agua y, tal vez, la manera en que se implemente esto es completamente diferente a lo que nos imaginamos. Por ejemplo, entendiendo cómo funciona la evo-transpiración en situaciones de sequía, si esto se mide podría servir como índice para prevenir incendios”.

“De lo que estamos seguros, es que los resultados serán todos ámbitos de impacto en cambio climático. Esto es algo importante para el país y por lo mismo desde el Instituto siempre estamos pensando cómo aportar. Los resultados serían una herramienta más para mitigar los efectos del cambio que son inevitables, pero hay que adaptarse”, cerró.

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