Durante las primeras semanas de marzo, el profesor Regis Barille de la Universidad de Angers, Francia, visitó el Instituto de Física para trabajar en el Proyecto Centenario junto a académicos de la PUCV. La investigación busca utilizar técnicas ópticas para determinar la cantidad de agua que una planta transpira. Estos resultados podrían servir como insumo incluso para el diseño urbano, desarrollando arquitectura que mitigue los efectos del calentamiento global.
Regis Barille, comentó que “durante estas semanas estuve visitando al profesor Darío Pérez para saber de qué se trata este proyecto y cómo podía dar algunas recomendaciones para el mismo. Conversamos sobre qué ideas les gustaría implementar y nuestro objetivo es continuar el proyecto, recogiendo datos adicionales acerca de la turbulencia en la ciudad”.
Darío Pérez, académico del IFIS y quien trabaja directamente en el proyecto, señaló que “Regis nos visita desde hace varios años, donde hemos trabajado continuamente en esta dirección. Estamos buscando nuevas técnicas para medir la intensidad de turbulencia y en esto Regis nos puede ayudar mucho ya que tiene un experimento en curso cuyo objetivo es medir la turbulencia de un valle urbano, digamos los parques que hay entre los edificios, y eso es un problema interesante para el diseño de una ciudad”, complementó.
En esa línea, Barille señaló que “en las partes pequeñas de la ciudad donde hay especies de eco-vecindarios, nos gustaría ver cuáles son los efectos de la temperatura, pensando en el calentamiento global, y cómo podríamos diseñar edificios para reducir la temperatura en la ciudad”, agregó. Para ello, un estudiante del Instituto tendrá la oportunidad de viajar a Francia a trabajar en el proyecto y colaborar en las medidas que se necesitan para seguir avanzando en la investigación.
“Comprendiendo mejor qué sucede con la dinámica de reservas vegetales dentro de las ciudades, uno puede tener mejores diseños urbanos. Nuestra idea es aportar, obtener información que sirva como insumo para el diseño de la ciudad. Un dato interesante es justamente cómo la vegetación ayuda a reducir la temperatura de la ciudad”, afirma Darío Pérez.
Este no es el único proyecto de estas características en el que trabaja Regis Barille. En su paso por el Instituto, nos comentó que también está “colaborando en diferentes investigaciones relacionadas al área, por ejemplo, estamos trabajando en cómo reducir la temperatura de las casas con algo que llamamos radiative cooling. Esto ayuda a absorber la temperatura dentro de las casas a través del diseño de nuevos materiales”.