Diego Romero Maltrana es académico e investigador de nuestro Instituto. Doctor en Física de altas energías por la Pontificia Universidad Católica de Chile y Máster en Filosofía de la Física por la Universidad de Oxford, Inglaterra. Siendo esto último lo que lo llevó a vincularse con el grupo de Tecnología Educativa, en el que trabaja actualmente. A continuación, te invitamos a conocer el aporte que hace este investigador desde esta mezcla de disciplinas.
Hola Diego, ¿Podrías contarnos en qué consiste tu trabajo en el Instituto de Física?
En este momento mi trabajo se enfoca sobre todo en dos grandes áreas. La primera es una mezcla entre filosofía y física, tratando de entender algunos problemas fundamentales de la física. Mientras que la otra se encuentra mucho más vinculada a filosofía de la ciencia y educación. Este es mi vínculo principal con el grupo de Tecnología Educativa y tiene muchísimo que ver con lo que me desempeño actualmente.
¿Cómo crees que tus estudios en filosofía de la física contribuyen en la educación científica?
El asunto es que dentro de la idea de la alfabetización científica está la noción de que para los ciudadanos es tan importante saber ciencia como saber leer y escribir. Pero esto no debe centrarse solo en aprender contenido científico como física, química o biología, sino que además debe prestar atención a la ciencia como una actividad humana. En ese sentido, desde mi formación contribuyo a desarrollar desde la filosofía de la ciencia esas cuestiones que tienen que ver con la educación de la física y de la ciencia como actividad humana.
“El aporte del Instituto es súper claro en términos de generar nuevos materiales y recursos conceptuales para el aprendizaje de contenidos científicos particulares. Y eso impacta directamente en la formación de nuestros estudiantes.”
La Facultad de Ciencias cuenta con dos programas de postgrado para la formación de profesores de ciencia ¿Cuáles son y cómo contribuye el Instituto de Física y el grupo de Tecnología Educativa en estos programas?
Actualmente existen dos programas en nuestra Facultad dirigidos a profesores de ciencia. Uno es el Magister en Didáctica de las Ciencias Experimentales y hace poco se formalizó la creación del Doctorado en Didáctica de las Ciencias. En estos, el Instituto de Física participa principalmente desde sus académicos, entre los que me encuentro yo y otros profesores del grupo de Tecnología Educativa, aportando con distintas miradas. Estos programas están dirigido hacia profesores de física y a profesores de ciencia en general.
Desde tu perspectiva ¿Cuál crees que es el principal aporte que hace el grupo de Tecnología Educativa para la enseñanza de la ciencia y la física?
Actualmente existe una visión dominante sobre lo que es la ciencia, su naturaleza y qué se deben enseñar sobre ella. Además, esta mirada es muy influyente en la formación de profesionales y profesores, por lo que el aporte de nuestro grupo es desde la crítica a ese modelo, tratando de proponer vías alternativas para aproximarse al conocimiento científico y a la ciencia como actividad. Para nosotros, aprender ciencia no es solo aprender contenido científico, sino también aprender como se hace la ciencia.
Por un lado, profesores como Francisco Vera y Manuel Ortiz están enfocados en tratar de desarrollar experiencias conceptualmente ricas y de fácil acceso para que los futuros docentes puedan reproducirlos en los colegios. Rodrigo Rivera, que es un físico más teórico, ha desarrollado sobre todo guías conceptuales para el aprendizaje en física. Y yo, por mi parte trato de aportar con esta mezcla entre filosofía y ciencias. Entonces, el aporte del Instituto es súper claro en términos de generar nuevos materiales y recursos conceptuales para el aprendizaje de contenidos científicos particulares. Y eso impacta directamente en la formación de nuestros estudiantes.